SEXTINA

 

Andaban aquellos traviesos ojos,

mirándome con esas sucias manos.

En mi cuerpo repta aquella nariz,

oliéndome estaba, esa boca.

usando su parpadeante lengua.

Mientras me atraviesan esos dedos.

 

 

Recorrí tu llanto con esos dedos.

se apagaron tus traviesos ojos.

Escucha atenta, aquella lengua,

atraviesas mi cuerpo con tus manos.

Y con esa parpadeante boca,

husmeando estaba mi nariz.

 

 

Estaba humeando tu nariz.

al tocarla, parpadean mis dedos.

hasta se pone traviesa, mi boca.

Me atravesaste con esos ojos,

mordiéndome el cuerpo con tus manos.

mientras está llorando esa lengua.

 

 

Mientras recorre la traviesa lengua,

estaba parpadeando tu nariz.

Partes mi corazón, con tus manos,

termina humeando tus dedos.

Me escuchaste con tus ojos.

Lloraba tu agonizante boca.

 

 

Cuando humeando está la boca,

a llorar se va yendo esa lengua.

Se han ido volando esos ojos.

Cuando se pone traviesa mi nariz,

mi cuerpo es mordido por tus dedos,

hacia ti se arrastran esas manos.

 

 

En tu cuerpo, husmean esas manos.

cada rincón, lo recorre la boca,

también con esos humeantes dedos,

dejando parpadeante la lengua.

Tantas veces ha llorado la nariz,

las travesuras que hicieron tus ojos.

 

 

Tus ojos mordieron mis manos,

tu nariz se arrastra a mi boca,

tu lengua parpadea en mis dedos.